
¿Cuántos paradigmas tendrá una persona de al rededor de 30 años?
Uno muy usual tiene que ver con el matrimonio, ¿cierto? El paradigma es que a cierta edad uno debe estar casado, a cierta dad uno debe haber formalizado una relación, a cierta edad uno debe "haber sentado cabeza", a cierta edad uno debe madurar y dar ese paso, a cierta edad uno debe tener hijos y a cierta edad uno debe enseñarles lo que uno mimso aprendió de los padres y abuelos. Y así sucesivamente por el resto de nuestras vidas.
¿Qué pasa cuando alguien no se ha casado a los 30 años y es una persona felíz y completa? ¿Que pasa cuando una person es una madre o padre soltero y es completamente felíz y además cria hijos sanos y estables? ¿Qué pasa cuando una mujer se casa con un hombre mayor y es felíz? ¿Qué pasa cuando un hombre no se casa y vive en unión libre con el amor de su vida? Se rompen los paradigmas sociales, ¿verdad? Entonces podemos ver que no hay una regla para todo. Que la vida no está hecha de reglas inquebrantables y de manuales de "cómo vivir mejor que su vecino sin moriri en el intento".
Lo que funciona para ti, puede no funcionar para Ricardo. Lo que a mi me hace felíz puede a Angelica no hacerla tan felíz. Lo que sueñas no es lo que Miguel anhela. Y el trabajo que realizas a Sandra no la haría felíz ni una sola semana.
Por eso aquí aprendemos a romper esos paradigmas, y a usarlos en nuestro beneficio. Porque lo que no nos beneficia y además beneficia a quien nos rodea, yo suelo llamarlo puro egoísmo.
No hay reglas a seguir ni manuales que nos lleven a una vida plena y abundante. Porque si los hubiera, entonces lo que es "abundante y plena" no significa lo mismo para ti que para mi, ¿cierto? Pero cuando encontramos un punto en común y una coincidencia, entonces el beneficio que brinda apoyarse en otro ser humano no tiene límites.
Nos vemos en la siguiente entrada...
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